Turismo Pamela Viviana Villamar González E.I.R.L.
Volver a lo simple: por qué en Pichi apostamos por viajar lento
Pichi nació de una idea sencilla, pero poderosa: que la vida se vive mejor cuando se desacelera. Dejamos la ciudad y apostamos por algo distinto, más conectado, más real. Aquí, entre el bosque, la lluvia y el canto de los pájaros, levantamos un lugar para descansar sin apuros, comer rico y reconectar con lo esencial. Porque sí, creemos que viajar lento hace bien. Y lo vivimos cada día.
Nuestras tinyhouse, o Pichis, están hechos para eso: bajar el ritmo. Afuera, el bosque. Adentro, silencio y calorcito. No hay tele, pero hay un ventanal gigante donde se cuela la vida. No hay itinerarios rígidos, pero sí tiempo para cocinar lento, caminar sin destino, conversar largo. Lo que ofrecemos —una cata con vinos de pequeñas viñas, un curanto en hoyo, un cordero al palo— no es show. Es compartir. Como en casa, pero con paisaje.
Y lo más bonito es que han llegado muchas personas como tú: que buscan naturaleza, tranquilidad, sabores locales, un lugar distinto para trabajar o simplemente un rincón para parar. Amantes de lo simple, de lo sabroso, de lo que tiene alma.
Así que si algo de todo esto te hace sentido… ven. Quédate unos días o quédate un rato largo. En Pichi siempre hay un rincón para ti y para volver a lo que más importa.